Quisiera poner un nuevo elemento en una parte del cuadro, pero como éste está quedando bien, no me atrevo. Esto también nos puede suceder. Entonces podemos recortar una cartulina del tono que queremos poner, o pintar en una cartulina lo que queramos probar, con la forma que deseemos y una vez seco -si usamos pinturas acrílicas para esto, seca inmediatamente- colocarlo donde pensábamos sujetándolo con un trozo de cinta de pintor, por detrás. Así veremos si tenemos que cambiar la forma, hacerlo más pequeño o más grande, si el color nos gusta o hay que cambiarlo, si lo subimos y giramos, o si por el contrario, es mejor no poner nada en esa parte del cuadro. Es una manera bastante buena de hacer algunas pruebas y aprender composición. Cuando nos convenza, no hay más que pintarlo con óleo o la técnica que estemos utilizando.