Es muy bueno observar del natural, tanto cuando estamos pintando al aire libre como cuando nos damos un paseo por el campo. A veces pasa que el que está pintando un paisaje está dando la misma importancia a las montañas lejanas, que hacen una pantalla suave con el cielo (si lo observamos todo en su conjunto lo veremos rápido como esto es así), como a los árboles que tiene en primer plano. Según miramos a lo lejos, los objetos pierden nitidez, pierden color, se suavizan. Intentar, en el próximo cuadro al aire libre, ver bien cómo esto sucede y plasmarlo en vuestro lienzo. Lo lejos, lejos está.