Lo más usado son los papeles de colores para pastel. Usaremos, en este caso, el papel con su tono como un color más dentro de la composición, combinando convenientemente los colores y dejando el color del papel en los lugares que estimemos oportuno. El fondo puede ser de tono claro, oscuro o medio. Los colores que pongamos serán más oscuros, en su mayoría, en el caso del papel claro, más claros si el papel es oscuro y dejaremos los tonos medios, poniendo las luces con colores claros y las sombras con oscuros en caso de que el papel sea de tono medio.
Igualmente podremos utilizar carbón o lápiz y lápiz pastel blanco al modo de los estudios de Durero o cualquier otra técnica.
También lo podremos usar en pintura, siendo en tal caso, papel especial para pintura o cualquier otro soporte. El color, en caso de que el soporte sea blanco, lo podremos pintar nosotros, con acrílico, por ejemplo. Esto nos ayuda a unificar el cuadro.