La trama la podemos practicar en todas partes, incluso hablando por teléfono en la oficina, que nadie se dará cuenta. Parecerá que estámos haciendo garabatos, esos que nos ayudan a pensar, incluso podemos hacerlo delante de el jefe, que no le extrañará. Es un buen ejercicio de trama y de imaginación ir llenando una hoja con los motivos que se nos vayan ocurriendo, intentando dar volúmenes, brillos, sombras, movimiento y ritmo al conjunto, sin tratar de hacer nada en particular, pero practicando texturas diferentes. Aquí hay que intentar dar unión a unas partes con otras.